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SE ACABÓ EL PERÍODO DE GRACIA
6 abril, 2018

Concluidos los alegatos y contra argumentaciones en La Haya, la agenda pública se enfoca nuevamente en los asuntos nacionales. Esta quincena, el gobierno ha podido tomar la temperatura real a la disposición de la oposición para sumarse a la convocatoria del Presidente Piñera, de alcanzar acuerdos en los cinco temas prioritarios, definidos por su Administración. Lo que hemos observado es que, tanto para la Comisión que trabajará en Infancia como para la que lo hará en Seguridad, las opiniones dentro de los partidos de la ex Nueva Mayoría se encuentran divididas y se han expresado reparos de forma y fondo, lo que ha obligado al Mandatario a hacer un nuevo llamado a sumarse al debate. No obstante, diversas acciones gubernamentales han ido generando un ánimo complejo para avanzar en esa dirección. El protocolo emitido por el MINSAL, que abre la posibilidad de invocar la objeción de conciencia a las entidades privadas de salud que así lo deseen en la aplicación de la Ley de Interrupción del Embarazo por Tres Causales, gatilló la primera interpelación parlamentaria a un Secretario de Estado, a menos de un mes de asumido el actual gobierno. Además, el Ejecutivo anunció una baja de impuestos a las grandes empresas, declaró desierta la licitación para el Transantiago, retiró el proyecto de Ley que ponía fin al CAE en Educación y recibió el dictamen favorable del Tribunal Constitucional respecto del “téngase presente” para que organizaciones con fines de lucro puedan ser sostenedores de instituciones educacionales. Si a lo anterior añadimos el conflicto interno que ha desatado dentro de Chile Vamos la incorporación de menores de edad en el cambio de género registral en la Ley de Identidad de Género, el panorama anuncia un abrupto fin de la “luna de miel” que suele acompañar los primeros 100 días de toda administración gubernamental.

Clave1: ¿VOLVER A EMPEZAR?: El Presidente Sebastián Piñera dio comienzo a su mandato en el mejor de los escenarios posibles: una correcta lectura de las inquietudes y preocupaciones de la sociedad chilena le permitió ganar con amplia ventaja y efectuar un ejercicio de instalación de su gobierno con toda la libertad que le otorgó tal abrumador respaldo ciudadano.

Además, en total sintonía con el cansancio generalizado respecto de las rencillas políticas y de reformas impuestas sin buscar consensos, hizo un llamado para alcanzar acuerdos nacionales en cinco temas que definió como prioritarios: Infancia, Seguridad Ciudadana, Paz en la Araucanía, Salud oportuna y de calidad para todos y, por último, para alcanzar el desarrollo y derrotar la pobreza. Por cierto, nadie podría restarse de una convocatoria así.

No obstante, a poco andar ya se pueden apreciar las complejidades de este buen intento. El Gobierno ha invitado a diversos personeros a conformar las mesas de trabajo, pero la participación de la oposición en dichas instancias no está dando los resultados esperados:

- El Gobierno, en paralelo a las convocatorias para integrar las comisiones, ha efectuado anuncios y tomado decisiones que los convocados consideran anticipadas al trabajo por realizar. Así sucedió con los anuncios del Presidente en La Araucanía y también respecto del aumento de la subvención por niño en el SENAME. En el primero, se criticó que la propuesta penaliza al pueblo mapuche y en el segundo, se argumentó que no parece adecuado aumentar los recursos a los mismos actores de un sistema que, se ha probado, viola los derechos humanos de los niños. Por tal razón, algunos de los convocados ya han expresado su desacuerdo y anunciado su no participación. Es evidente que se trata de temas muy sensibles y de fondo. Por ende, parece adecuado que formen parte de una propuesta para las discusiones de las mesas de trabajo y no, cuestiones ya resueltas por el Ejecutivo. De lo contrario, se arriesga a que se genere la sensación de una “puesta en escena” que deslegitimaría la propia convocatoria.

- La invitación a formar parte de las comisiones ha sido “personal” según el Gobierno. Por ello habrían sido convocados actores específicos, incluidos parlamentarios, en lo que fue calificado por el Presidente del Partido Socialista como “a dedo”. Es verdad que la oposición se encuentra en un estado de dispersión absoluta y que la mayoría de sus partidos están sufriendo graves crisis internas.

- Aun así, la forma en que se efectúe la invitación a participar en estas instancias adquiere relevancia para ser exitosa. Sin duda, debieran ser los propios partidos los que definan quien los representará pues, de lo contrario, no será posible garantizar que los acuerdos que surgan de las mesas de trabajo constituyan compromisos que se mantengan luego en el Parlamento.

- La noticia de incorporar a Alfredo Moreno -Ministro de Desarrollo Social- en el Comité Político, emitió una clara señal de Piñera con respecto a su intención de ejercer su mandato con un “sello social”. No obstante, no basta con el gesto. El empoderamiento del Ministro Moreno para llevar a cabo la tarea resulta fundamental, y ello depende principalmente del respaldo político irrescricto del Presidente, de su libre ingerencia en las demás carteras relacionadas, así como de los recursos que se destinen. Si cualquiera de estos tres pilares fallan, el Ministerio podría caer en una total irrelevancia, lo que sería el fin del anhelado “sello social” del gobierno.

- Por cierto, la oposición se encuentra en una disyuntiva: no resulta explicable ante la ciudadanía negarse a participar en el debate para alcanzar acuerdos en temas tan relevantes y urgentes. Sin embargo, la invitación a titulo personal y la participación de algunos si y otros no, ha profundizado las diferencias y producido nuevos roces internos dentro de los propios partidos opositores. Lo anterior tampoco contribuye a generar un escenario propicio para hacer sustentables los acuerdos. En otras palabras, el gobierno está impelido a resolver con urgencia un método que le permita recuperar la conducción del proceso, con la habilidad y sintonía fina que se requiere para conversar con un sector herido y fragmentado Sólo de esta forma podrá impedir que se vaya instalando la idea de que éste fue un diseño más bien político-comunicacional para “dividir a la oposición”, que un intento de viabilizar los proyectos gubernamentales.

- Es evidente que para la ex Nueva Mayoría resulta una provocación que, a poco andar, el Gobierno emprenda una serie de acciones y modificaciones a iniciativas del Gobierno anterior que fueron consideradas emblemáticas. Entre ellas se cuentan el Aborto por Tres Causales y las Reformas de Educación y Tributaria. Lo anterior, sin duda no parece lo más adecuado - a lo menos en estos momentos – cuando lo que se persigue es generar los acercamientos indispensables para construir los grandes acuerdos a los que se aspira.

 

Clave2: EL TEMIDO “FUEGO AMIGO”: El entusiasmo y la alegría por el Oscar ganado por la película chilena “Una Mujer Fantástica” hizo comprometer al Presidente Piñera una rápida tramitación de la Ley de Identidad de Genero, en un gesto que empatizó con el drama que se expresa en la cinta y que generó gran sensibilidad y adhesión ciudadana. Se trata de un tema que no formó parte de las promesas de campaña y que, sin embargo, se tomó la agenda pública de manera tan arrolladora, que hizo imposible soslayar una postura del Gobierno sin aparecer completamente desconectado del Chile real y actual.

El Presidente ha expresado su posición y su voluntad, y es respaldado por un sector del oficialismo. Sin embargo, la amenaza de la Senadora Jacqueline Van Rysselbergher, Presidenta de la UDI, de hacer una presentación ante el Tribunal Constitucional de incluirse el cambio registral en menores, amenaza con ocasionar la primera gran disputa interna en el sector gobernante.

- Como ya se ha señalado, la derecha tiene hoy diversas caras. El choque de la derecha más conservadora, que representa la Presidenta de la UDI, con una derecha mucho más liberal, especialmente en los llamados temas valóricos, aparece como una de las grandes dificultades con las que deberá lidiar el Ejecutivo para mantener la cohesión del conglomerado, condición indispensable para dar garantías de gobernabilidad y aspirar a un segundo período.

- La derecha debe decidir si opta por una modernización real de sus postulados o si permanece como un sector que defiende los enclaves del pasado. Ya no basta con que la gran mayoría se haya desmarcado de los lastres del autoritarismo. El Chile de hoy le exige sintonía con una sociedad que ya no está dispuesta a que se le imponga cómo vivir, ni desde la política, ni desde instituciones como la iglesia católica, ambos en situación de gran descrédito y desconfianza ciudadana. Así, el Presidente está desafiado a probar su liderazgo en un área compleja para la derecha chilena: la construcción de una derecha capaz de gobernar para garantizar los derechos y libertades de todos, o retrotaerse a las tradicionales convicciones conservadoras de ese sector. Este, entre otros, son temas que pueden poner a prueba la aspiración de estar ocho y no cuatro años en el gobierno.

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