Culminadas las celebraciones de fiestas patrias, los chilenos y chilenas retornaron a su cotidianeidad, el Gobierno a concluir sus últimos días con una febril agenda presidencial y legislativa, y los candidatos a La Moneda y al Parlamento, a sus actividades de campaña. En este último ámbito, se dio el vamos al período oficial de campaña (con primer debate de los 8 candidatos incluido), y postulantes y comandos se despliegan abiertamente como tales. En estos días, nuevamente, el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, debió enfrentar cuestionamientos por su relación entre política y dinero. Esta vez, por posibles facturas “ideológicamente falsas” con SQM. La situación le permitió a M. Enríquez-Ominami salir a desafiarlo para “abrir sus cuentas bancarias” como él lo habría hecho en su momento. En la Nueva Mayoría, la candidata de la DC, Senadora Carolina Goic, entregó una primera señal clara respecto de su posición para una segunda vuelta presidencial. “A partir del 19 de noviembre, todas las fuerzas democráticas vamos a estar en condiciones de poner en frente la mirada país”, dijo, en una postura que no parece compartida por el conjunto de la DC.

Por su parte, el Frente Amplio concretó un plebiscito digital para dirimir temas de su programa de gobierno. No obstante, la candidata alcanzó mayor notoriedad por la polémica que desató al negarse a participar en un programa de TV, que cuenta con un panelista, Sergio Melnick, ex miembro del Gabinete de Pinochet durante la dictadura. Pero, más allá de la dinámica propia de la campaña, los desafíos de los candidatos han estado en sortear las nuevas reglas que les impone el recién estrenado Sistema Electoral.

El Gobierno, por su parte, apura su agenda legislativa, con un novedoso matiz: el acento en proyectos del área ecologista, como el que elimina el uso de bolsas plásticas en ciudades del borde costero del país, y la aprobación, por parte del Comité de Ministros, de dos proyectos energéticos, tras el controvertido rechazo al proyecto Dominga. Por último, la huelga de hambre mantenida durante 155 días por 4 comuneros mapuches acusados de incendio terrorista contra un templo de La Araucanía, llevaron al Gobierno a solicitar a los Tribunales que se ponga término a la medida cautelar de prisión preventiva y se les permita esperar el inicio del juicio en sus respectivos domicilios.

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Clave 1. CAMPAÑA, COMPLEJOS DESAFIOS EN EL DEBUT DEL NUEVO SISTEMA: En la recta final de la campaña, el nuevo sistema electoral ha puesto a prueba la capacidad de candidatos y comandos. Las nuevas reglas en cuanto al financiamiento legal - además de la resaca de los efectos en toda la clase política y el empresariado de las investigaciones de la Fiscalía sobre este tema - han determinado una evidente disminución del gasto. Factor positivo que “empareja la cancha” ya que la cantidad de recursos de un candidato u otro no debiera definir el resultado de la competencia. Además, las calles se aprecian limpias y no, como en otros tiempos, atiborradas de carteles, gigantografías y propaganda. No obstante, lo que parece favorable se vuelve relativo en algunos casos:

- Hay una mayor dificultad para obtener apoyo de donantes privados, históricos y nuevos, que temen repetir la dura experiencia de enfrentar el juicio, legal y público. Lo anterior tiende a concentrar las posibilidades de financiamiento en el apoyo estatal, especialmente para los candidatos menos conocidos y con menores recursos. Adicionalmente, se ha complejizado el acceso a recursos de BancoEstado para quienes postulan a la reelección parlamentaria o, en la presidencial, para quienes sean miembros del Parlamento.

- La situación se hace aun más difícil cuando los candidatos a la Cámara Baja, producto del nuevo mapa distrital, ven aumentados los territorios que deben cubrir sin contar con suficientes recursos para ello, lo que disminuye ostensiblemente sus posibilidades de llegar al votante con sus propuestas.

- La complejidad de las nuevas exigencias de despliegue pone la esperanza de los competidores en la franja electoral y los debates televisivos y radiales. Sin embargo, para entonces, los tiempos se acortan demasiado como para intentar revertir tendencias y sorprender. Muestra de ello resulta la total irrelevancia en materia de raiting televisivo que alcanzó el primer debate presidencial con los 4 candidatos el día de ayer.

- Así las cosas, en un sistema que consagró (al menos, por ahora) la inscripción automática con voto voluntario, la participación ciudadana no solo resultaría escasa al momento mismo de los comicios, también se estaría generando un escenario donde circula poca información y bajo entusiasmo. El resultado afianza un proceso de campaña que, sumado a la desconfianza en la actividad política, transcurre crecientemente alejado del interés de las personas.
 

- Este cuadro tiende a impedir el posicionamiento de candidatos nuevos y menos conocidos, y a reafirmar los nombres ya instalados. O sea, exactamente lo contrario a lo que buscaba.
 

- Sin duda, este primer ejercicio con nueva Ley Electoral será una experiencia de la cual sacar importantes lecciones sobre lo mucho que hay que mejorar aun. El sistema que debuta es, por cierto, mucho mejor que lo que había: sin binominal y con mayores resguardos a la transparencia y probidad. No obstante, es claro que las nuevas reglas del juego aun no resuelven como hacer que las elecciones en Chile sean realmente competitivas, informadas y que motiven una mayor participación.

 

Clave 2. ¿EVITAR EL “PATO COJO”? Al parecer, el Gobierno se ha esmerado por desarrollar una intensa agenda, que confirme su determinación de “gobernar hasta el último día”. Despegado completamente de la campaña Presidencial y conviviendo internamente con las complejidades de un oficialismo que concluye la gestión gubernamental dividida y con dos candidatos presidenciales, la Administración Bachelet parece abocada a la concreción de un “check list” que le permita señalar que se cumplió con lo prometido y más. La agenda valórica y los últimos movimientos en temas medio ambientales, además de la forma cómo se resolvió el último cambio de Gabinete, estarían dando cuenta de ello: la idea sería navegar sin nuevos sobresaltos y concentrando los esfuerzos en fluir hasta el final. Especialmente, considerando que las señales económicas tienden a mostrar un mayor dinamismo, tras un obstinado período de desaceleración y bajo crecimiento. Pero retomar la agenda nunca está exento de dificultades y/o auto-goles:

-La decisión del Gobierno de abrir el Secreto del Informe Valech sometió a la centro-izquierda a un enfrentamiento impensado en plena campaña, con un “Chile Vamos” tomando palco en el conflicto.

-La petición del Gobierno a los Tribunales de Justicia de terminar con la medida cautelar de presidio para 4 comuneros mapuches acusados de incendios en La Araucanía, terminó por deslucir lo que en un comienzo fue presentado como una operación exitosa de las policias y del Ministerio del Interior, para encontrar y detener a los presuntos involucrados. Se generó, en cambio, una fuerte controversia por lo que apareció como una medida de presión a la que terminó sucumbiendo la Autoridad.

-No obstante la relevancia que le habría otorgado el Gobierno al Legado Bachelet en esta segunda Administración, el peligro más evidente es que - de ganar el candidato de la derecha, finalmente se le recuerde por haber entregado dos veces la piocha de O´Higgins a la oposición.