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"Ya es tarde para revertir el vínculo emocional con el proceso"

Actualizado: 13 dic 2023

19 de octubre 2023 - La Segunda


Pero la gerente de comunicación estratégica de Imaginaccion dice que debido a una economía deprimida, una parte buscaría un cambio y que el A Favor podría aprovechar ese ambiente para levantar el relato de "aprobar para mejorar".


"El actual proceso constituyente no logró superar la mala reputación del proceso anterior", dice la gerente de comunicación estratégica de Imaginacción, Claudia Miralles, para quien la discusión de los últimos días no está moviendo la aguja electoral de cara al plebiscito.


¿Qué factores sí podrían hacerlo? "La proximidad a la Navidad —parte diciendo—, ya que se realizará el fin de semana previo a las compras. La situación económica y desempleo, la inseguridad ciudadana, la incertidumbre en relación con el sistema de salud y las preocupaciones cotidianas". La gente mira el proceso con distancia porque no siente que apunta a la satisfacción de sus demandas, dice, y añade que "este desinterés será como un ruido de fondo, que será difícil escuchar en medio del bombardeo de la prensa y de la franja electoral. La gente irá igual a votar porque es obligatorio y nadie quiere exponerse a una multa, pero irán con una emoción de desgano".


Ese sentimiento podría impactar en los votos nulos y blancos, que "en el plebiscito de 2022 fueron apenas 2%; en la elección de consejeros de 2023, 20%, y en diciembre esa cifra podría ser muy importante", cree. —¿Cómo podría afectar la situación económica, hoy precaria y que con la guerra podría verse perjudicada?

—La economía en diciembre estará aún deprimida, con las consecuencias en el empleo y en el consumo. Los efectos de las guerras —Ucrania y ahora en Oriente Medio— no contribuirán a mejorarla. Los proyectos de inversión no despegan y tampoco el empleo. A las personas en la casa les llega un mal ambiente: la plata no alcanza, hay miedo a enfermarse y a ser asaltados.

Con ello, podría haber un incentivo a votar por algo que cambie las cosas, por sobre la tendencia anterior a rechazar lo que sea. Si los partidarios del "A Favor" utilizan este relato (aprobar para mejorar) pueden tener una audiencia atenta. "La polarización se instaló como una forma de hacer politica"

—¿Cómo afectará la posición que adopte el Gobierno y el Presidente? —La falta de relato del Gobierno y la posición que éste adopte en relación con el texto final seguramente tendrán alguna incidencia. Este Gobierno no ha logrado conectar con las necesidades de la ciudadanía y tampoco con su emoción, que transita más entre el enojo, la apatía y el miedo. Tiene una agenda apartada de las prioridades cotidianas de la gente. Lo sintetizo como un relato anclado en el pasado ("50 años" y herencia conceptual del estallido social) sin mirada del futuro.

"Se percibe harta política y poca gestión pública", agrega, ejemplificando los déficits en los sectores de salud, educación, seguridad, pensiones y probidad, lo que "se suplen con pases gol al Congreso".


"Probablemente, el Gobierno no tomará una posición definida frente al plebiscito para evitar repetir el escenario del proceso anterior, y serán sus partidos los que jugarán ese rol. En el votante informado, sin conocer incluso el texto, la decisión será polarizada: izquierda o derecha. La polarización, lamentablemente, se instaló como una forma de hacer política", cierra.

—¿Cómo podría afectar que la atención del público, especialmente de la masa menos politizada, pueda estar en los Juegos Panamericanos y la Teletón, además de las fiestas de fin de año?

—Teletón y Panamericanos van a capturar el interés ciudadano y terminan con un mes de antelación al plebiscito. No los veo como variables críticas. Lo crítico es que este proceso se contaminó desde su inicio con ' mala reputación de la Convención anterior y no logró despegar y conquistar a la ciudadanía. Pese a los esfuerzos de los consejeros y de la comisión experta, el proceso no consiguió el afecto ciudadano. Se sigue mirando como una construcción de las elites.

"Un dato es que la sensación de desconexión se ha mantenido constante durante todo el proceso. Como muestran las encuestas, más del 70% de los chilenos cree que el texto no está en sintonía con sus intereses (Criteria). Si a esa emoción agregamos condiciones de agenda, el resultado no es auspicioso. Las personas irán a votar por temor a la multa, pero sin mayor interés", insiste.

—¿Qué relatos tendrían que armar las partes?

—El relato no es un discurso. Responde a una trilogía: emociones, razones y acciones. El Consejo Constitucional no ha logrado generar un vínculo emocional con la ciudadanía, que se mueve entre la sospecha y la indiferencia con sus actividades. Ya es tarde para lograrlo. La mala reputación de la Convención anterior se traspasó al actual proceso. La campaña final, con franja de TV y voto obligatorio, producirá una disonancia entre un proceso que ha sido mirado con distancia y la obligación de las personas de pronunciarse sin conocer bien sus implicancias. Si el Gobierno no da un giro en su relato, poniendo un sentido de urgencia y empatizando con la ciudadanía en sacar adelante problemas que apremian —como seguridad, salud, educación—, y si no se resuelve el tema de pensiones, la promesa del Presidente Gabriel Boric queda trunca. Aumentará la sensación de distancia con las soluciones que la democracia ofrece.

Y remata: "Un relato que moviliza es el que da sentido y, hasta acá, ése ha sido el principal problema: conectar con las emociones y no con los discursos. Mucho ruido y pocas nueces. Los temas de la agenda del momento no serán auspiciosos, se constituirán en un ripio comunicacional. La ciudadanía tenderá a votar "en contra" si percibe que todo seguirá más o menos igual, o "a favor" si existen "drivers" que se vinculen con cambios positivos en la experiencia cotidiana.


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