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Elizalde en el Gobierno: Las razones de un mal negocio

26 de enero 2024 - La Segunda.


Tras llegar con altas expectativas, sufre mismo desgaste de ministros SD: pese a algunos éxitos en votaciones, su gestión ha encontrado trabas en el Congreso e incluso en La Moneda misma.


Ni 2 meses llevaba Álvaro Elizalde (PS) de ministro Segpres cuando explotó el caso Democracia Viva, el 16 de junio. El 19 de abril, el entonces senador dejó su escaño en la Cámara Alta —de la cual había sido su presidente—, y aunque fuese arriesgado, en las cúpulas PS hacía sentido como una apuesta para su proyección política y, por qué no, una candidatura presidencial. Pero hoy, a 9 meses, desde su círculo cercano confidencian que tras el caso Convenios, cualquier autoridad de esta administración tiene demasiado cuesta arriba el intentar llegar a La Moneda; planes de los que Elizalde siempre reniega al ser consultado —cuentan distintos PS—, pero que quedaron en la retina socialista luego de que sus cercanos le organizaran una cena de homenaje 6 días antes de asumir en Segpres.


Entonces, su figura venía en ascenso: como presidente del PS los instaló en el Gobierno, luego condujo las tratativas en el Senado para un plan B si ganaba el Rechazo, haciendo gala de lazos fluidos con Javier Macaya (UDI). Esas credenciales generaron altas expectativas de que destrabara las reformas eje de Boric. En números, el saldo no es negativo, coinciden en distintos fuerzas del Congreso: amarró votos para sacar 23 de los 31 proyectos de seguridad (usurpaciones y porte de combustibles, por ejemplo), aunque siguen pendiente Inteligencia y Ministerio de Seguridad; salvó la presidencia de la Cámara a través de un pacto con Demócratas y Amarillos; y botó acusaciones constitucionales, como la de Carlos Montes.


'Es un Segpres exitoso en vista de que somos minoría: la mesa muchos la daban por perdida, y se despachan las leyes donde el Gobierno pone énfasis', afirma el diputado PS y exasesor suyo, Daniel Manouchehri, aludiendo al avance en primer trámite de la reforma previsional con votos de los grupos de centro a los que acercó Elizalde, mientras su par Tomás de Rementería apunta: 'Amplió la base de apoyo a independientes en votaciones clave. Ha tratado con la derecha, pero a lo imposible nadie está obligado, la oposición ha sido brutal y eso lo complica'.


El análisis lo respaldan algunos analistas, aunque con el apunte de que salvo pensiones —recién en segundo trámite, con sus artículos clave podados—, otras grandes áreas como ley corta de isapres o pacto fiscal no avanzan, aunque desde el entorno del ministro indican que está trabajando en aquello. 'Llegó con un perfil de bombero, generando altas expectativas. Su trabajo es reunir los votos. Hasta ahora cumple, pensiones es significativo. Los problemas los generan las acciones de otros, e impactan en su trabajo', explica el gerente de Asuntos Públicos de Imaginacción, Ignacio Imas, mientras que el director de Criteria, Cristián Valdivieso añade: 'En el cuadro de atomización, los avances son muy significativos, 219 leyes publicadas, 46 en seguridad, más que en otros gobiernos. Problemas de gestión no tiene'.


Los 3 muros que halló


Los consultados apuntan a factores que exceden el margen de acción del ministro: primero, la dificultad de ordenar al Congreso más fragmentado desde 1990, lo que a ratos disgustaría al secretario de Estado, admiten 3 cercanos; además del endurecimiento de la UDI tras los triunfos electorales de Republicanos. 'Ni Boeninger habría podido con esta Cámara, dentro de todo Elizalde es de los que algo ha conseguido', dice un cercano suyo, situando como un hito incómodo el rechazo en la comisión de Salud del Senado a un artículo clave de isapres, donde Elizalde intervino en apoyo de su par Ximena Aguilera (Salud), pero aún así el socialista Juan Luis Castro se abstuvo.


'Elizalde tuvo un error de diagnóstico. Se pensaba que sus buenas relaciones destrabarían las reformas, pero subvaloró las variables que no controla (fragmentación, problemas de acción colectiva del Gobierno y falta de incentivos de la oposición para llegar a acuerdos), entonces su labor no luce ni le permita acrecentar su capital político', apunta el decano de Gobierno U. Central, Marco Moreno, mientras el exdiputado Pepe Auth acota que le ha afectado 'el maremágnum de intereses, disputas de liderazgo y hoguera de vanidades' en la Cámara: 'Él le ha servido bastante al Gobierno, pero el Gobierno no le ha servido a él', concluye.


Otro factor es un desgaste en cubrir déficits de ministros sectoriales. Salvo Aguilera, la mayoría son secretarios de Estados del FA, según afirman fuentes de Gobierno en el Congreso (aunque desde el entorno de Elizalde dicen que es su rol hacer equipo con sus pares). A la lista de los más 'apoyados' o enmendados en la preparación de proyectos se añaden Maisa Rojas (Medio Ambiente), Diego Pardow (Energía) y Nicolás Grau (Economía).


Y un tercer obstáculo que identifican son las dudas respecto de cuán empoderado está. 'No se le ve erigido por Boric como un dealmaker, con una instrucción clara, sino que solo dedicado a cuadrar apoyos en cada votación. Y súmale a eso los recurrentes cambios de opinión del Presidente', analiza un dirigente PS. 'No parece haber del Presidente ningún señalamiento particular de su rol, que sí lo demuestra con (Camila) Vallejo y (Carolina) Tohá. Y no basta un Segpres hábil para sacar adelante las iniciativas: el Gobierno y la orientación de sus reformas tienen un apoyo social minoritario', dice Auth, mientras Imas añade: 'En sus cálculos, Elizalde seguramente aceptó el cargo pensando en darle mayor tonelaje a un gabinete débil. Pero cuando la cabeza no tiene un norte claro y la administración adolece de visión coordinada, es difícil hacia abajo mejorar'.


Un alto dirigente PS confidencia la inquietud partidaria por cuánto influye Elizalde en el Mandatario: recuerdan cuando en medio de sus esfuerzos junto a Carolina Tohá y Luis Cordero por contener el caso Convenios, Boric intervino defendiendo a autoridades RD. 'La apuesta presidencial de gobernar mirando su base de apoyo hace más complejo alcanzar grandes acuerdos', acota Valdivieso.


'Debe arrepentirse'


En medio de la brusca caída de Tohá en encuestas (25 puntos en 14 meses, la peor evaluada del gabinete con 38%), en el PS ha empezado a rondar la interrogante de cuánto ha sido el desgaste de Elizalde y los otros ministros clave del Socialismo Democrático (SD). Cercanos suyos explican que pese a ese factor, y a ser un político que usualmente mide sus riesgos, aceptó la designación pues quedarse en el Senado podía ser aún menos provechoso: sin la tribuna de la presidencia, quedaba con menor visibilidad, aunque desde su entorno lo niegan y dicen que aceptó porque se lo pidió Boric. 'Podía reelegirme y me quedaban 11 años de senador. No hice ningún cálculo, ni busqué más visibilidad ni proyectarme. Acepté por convicción', ha explicado cuando le preguntan.


Para 3 de los dirigentes PS consultados, se hace evidente que Elizalde se descapitalizó. 'Subestimó lo que es el solo hecho de ser parte de este gobierno', confiesa uno de sus adherentes. 'Elizalde sufre el efecto mimético asociado al desgaste del Gobierno, paga el costo de los problemas de acción colectiva', coincide Moreno, mientras que Auth añade: 'Perdió figuración. Le ha costado existir en un equipo dominado por rutilantes mujeres (Tohá, Vallejo, Jara), se ve poco relevante y con poca presencia pública. Si era para dar un salto en proyección, retrocedió'.


'Hoy debe arrepentirse. Si pensó en una proyección presidencial, no era el lugar', asegura Imas, apuntando a que su 'perfil bajo' puede obedecer a no 'contaminar' sus tratativas o no contagiarse de las crisis del Gobierno': acertado para esos objetivos, 'pero no para ser presidenciable', concluye. Y un socialista lo dice así: 'No es Montes. Ni pierde ni gana, pero no es lo que necesitas si tu objetivo fuese ser Presidente'. Pero otros 3 PS creen que pese a los costos políticos, en la suma y resta sale bien parado, y en encuestas aún flota: desde que asumió ha perdido solo 10 puntos de aprobación (de 60% a 50%), aunque en su partido inquieta que esté en un cargo demasiado político y poco proyectable, salvo que se erija como rostro de algún gran acuerdo.


'Elizalde ha pagado costos, aunque estaba en sus cálculos. En largo plazo, las figuras SD que han dado la cara por este gobierno saldrán fortalecidas en la nueva correlación de fuerzas en la izquierda', cree Valdivieso, mientras Manouchehri apunta a los puentes que ha ganado hacia el FA y PC: 'Ha sido un articulador de la unidad de la alianza. Eso es un capital ganado. Pasa que su prudencia y no andar a los codazos no tienen réditos mediáticos'. Y aunque el ministro lo niega, y reaparece con fuerza Bachelet, su nombre siempre da vuelta como presidenciable, aunque los más cautos lo ven de regreso en el Senado. 'Ha podido salir airoso. Sería muy buen Presidente', dice de Rementería.


Recuadro

>>'Él cumple. Pero cuando la cabeza (Boric) no tiene un norte claro, es difícil mejorar'. Ignacio Imas, IMAGINACCIÓN

>>El le ha servido al Gobierno, pero el Gobierno no a él'. Pepe Auth, exdipuTado

>>'Paga costos, pero en el largo plazo saldrá fortalecido'. Cristián Valdivieso, cRITERIA

>>'Sufre el efecto mimético del desgaste del equipo de gobierno'. Marco Moreno, U. Central

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