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Perú: cuando los costos no importan y el fin supremo es su gente
26 MARZO, 2020

Por Carlos Escaffi, Gerente general en Imaginaccion Perú y docente de la PUCP.

Hoy Perú dio cátedra a nivel regional, hay que reconocerlo y decirlo. Bien por el liderazgo de la actual administración, bien por sus fuerzas armadas y de orden, y, por cierto, muy bien por el compromiso de la mayoría de los peruanos. Ante la pandemia conocida como Covid-19, el Perú simplemente privilegió a su gente, y dejó en segunda línea de análisis el impacto en términos económicos que sin duda traerá el estado de emergencia nacional y aislamiento social obligatorio por 15 días, decretado el pasado domingo 15, que se cifra en aproximadamente US$ 306 millones al día por aislamiento.

Lo anterior no significa bajo ninguna línea de interpretación que Perú no esté interesado en evaluar, monitorear e implementar medidas económicas que tengan como fin amenguar el impacto de la crisis en el crecimiento del país, que según proyecciones podría ser 0%. De hecho, el Ministerio de Economía y Finanzas del Perú ha destacado la fortaleza fiscal del país para tomar acciones como la asignación de US$ 680 millones para atender la emergencia, en adición a los US$ 85 millones destinados a las pymes y el subsidio otorgado a la seguridad social en salud de cerca de US$ 57 millones. Sumado a la importante decisión en política monetaria del Banco Central de Reserva del Perú en reducir en 100 puntos básicos la tasa de interés de referencia de 2,25% a 1,5%, ello en atención a la afectación de la actividad económica del país por los efectos del coronavirus.

Y es que si bien la medida de una cuarentena obligatoria anunciada por el propio Presidente Vizcarra fue considerada bastante extrema, hoy, casi el 90% de peruanos está de acuerdo que el estado de emergencia ayuda a controlar el contagio de la maligna cepa vírica y que a la emisión de este artículo dejaba un saldo de cinco fallecidos y 318 casos de infectados en una nación de 32 millones de habitantes, casi el doble de la chilena.

Durante la semana pasada hemos sido testigos de variopintas posturas de diversos jefes de Estado en relación a la pandemia declarada, desde los que le bajaban el perfil postergando posturas radicales de prevencion de contagio, otros que parecían que lo que les quitaba el sueño era el comportamiento de los principales sectores productivos y por cierto la tendencia a la baja del consumo de bienes y servicios y aquellos que si tomaban con la responsabilidad que amerita la crítica situación, con empatía, liderazgo, sensibilidad y transmisión de confianza, sin soberbia y altanería. Hoy es cuando más importa mostrar el lado humano, nuestra condición más básica y transversal, esa que puede anteponer la salud vs lo comercial y con el fin de protegerla implementar tantas veces sea necesario medidas extremas, sean estas cuarentenas o inamovilidad social obligatoria.

Finalmente, y citando a un hermano de esos que te regala vida, hoy más que nunca se hace necesario poner a nuestra gente en el centro, sin mayores mezquindades, sin análisis financieros y ecuaciones de análisis de costo de oportunidad. La persona por sobre todo.

Así las cosas, hoy este llamado de atención nos llevar a desarrollar un enfoque humanista por sobre cualquier otro, en donde la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad.

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