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LA ECONOMÍA EN EL CENTRO
02 agosto, 2019

Impacto causó el lapidario Informe emitido sobre el fallecido sacerdote jesuita Renato Poblete quien, por décadas, gozó de una gran influencia ejercida sobre el mundo social, político y empresarial. En el documento se acreditan 22 casos de abuso sexual, 4 de los cuales fueron cometidos contra menores de edad. La doble vida de este sacerdote golpeó con fuerza a una Iglesia Católica ya en profunda crisis. En efecto, a la impactante revelación de los abusos del ex capellán del Hogar de Cristo, se suman otros sacerdotes entre los que destacan los emblemáticos casos de John O´Reilly Daly, sacerdote irlandés, legionario de cristo y de Fernando Karadima Fariña, Diocesano de Santiago. Estos últimos también de alta influencia, contaron, aun luego de las acusaciones, con el apoyo de sectores de la elite económica y política, y con una cerrada protección de la jerarquía eclesiástica cuyo manto protector les mantiene fuera del debate público.
En el ámbito de la seguridad y delincuencia -preocupación principal de la sociedad chilena según las encuestas- un delicado conflicto se desató entre la Corte Suprema y el Gobierno, rompiéndose la tradición de respeto y cautela ante la independencia entre los poderes del Estado de Chile. “Los chilenos están aburridos de que el Poder Judicial se viva sorprendiendo de declaraciones y no haga lo que tiene que hacer, que es hacer justicia”, declaró la Ministra Cecilia Pérez, ante la respuesta de Lamberto Cisternas, vocero de la Suprema, a la acusación formulada por el Presidente Piñera en entrevista radial, donde señaló que “algunos jueces no están aplicando la ley”, que fallan “en forma equivocada” por lo que entregaban “un manto de impunidad a los delincuentes”.
Por otra parte, los primeros indicios de la posible autoría del envío de los dos artefactos explosivos enviados hace pocos días en contra de Carabineros de la Comisaría de Huechuraba y del ex ministro Rodrigo Hinzpeter, recibió el Fiscal Regional Metropolitano Sur, Héctor Barros, cuando un grupo autodenominado “Cómplices sediciosos/Fracción por la venganza” se adjudicó, a través de una página web, la autoría de los atentados. Dicho sitio lo utilizarían anarquistas de tipo “tradicional”, que incorporan objetivos específicos -como políticos- a diferencia de nuevos movimientos como los “eco terroristas”.

Credibilidad y confianza, las claves 
La semana culmina con los resultados de la Encuesta Criteria Research de julio 2019, que entrega nuevos datos sobre la figura presidencial, el posicionamiento del Gobierno y la percepción ciudadana sobre el estado de la economía.
Los tres puntos de aumento en la aprobación al Presidente Piñera, que se situó en un 30% según el estudio, no alcanzan para celebraciones en La Moneda. Lo que podría haber entregado algún alivio al Ejecutivo, fue acompañado por el igual aumento de 3 puntos que mostró la desaprobación, alcanzando esta última un preocupante 64%. De acuerdo al análisis de Criteria, el aumento en ambas cifras se debería a que un mayor porcentaje de personas estaría tomando posición. Asimismo se indica que, “pese a la agudización del juicio crítico en la economía, se aprecia que la estrategia gubernamental de focalizar la agenda en aristas no económicas (inmigración, narcotráfico, reforma al parlamento, etc.) está ayudando a sostener una mayor caída en la aprobación, asociada al incumplimiento de la promesa económica”.
No obstante, y de ser cierto este diseño, la implementación de esta suerte de estrategia distractiva conlleva algunos riesgos. Especialmente si el Ejecutivo no toma debida nota de que el tema de la desconfianza se ha ido instalando con mucha fuerza en la opinión pública, lo que es determinante a la hora de creer en las instituciones y de confiar en la acción y discurso gubernamental:

 

Clave 1: La caída de la confianza ciudadana en sus gobernantes como factor determinante para resolver sus problemas, encuentra un sólido alimento en un Gobierno que culpa permanentemente a la Administración anterior o a fenómenos externos por sus promesas incumplidas. Por ejemplo, ante las cifras de desempleo para el trimestre abril-junio entregado por el INE, que marcó un 7,1%, el Gobierno destacó el impacto del aumento de la llegada de inmigrantes a nuestro país, lo que redundaría en una mayor cantidad de personas buscando trabajo. El estudio, que generó preocupación entre los analistas, lo que señala en realidad es que una mayor caída fue contenida por un aumento del empleo en el sector público (6,4%), en tanto que los asalariados del sector privado disminuyeron (en un 1%). Lo anterior, -más allá del factor migratorio- desnuda el esfuerzo solitario del Ejecutivo por crear empleos, contra la creciente cautela y desafección del sector privado –histórico aliado de los gobiernos de derecha y/o centro-derecha- como factor de impulso al dinamismo del consumo y, por tanto, de la economía en su conjunto.

 

Clave 2: La estigmatización del inmigrante como un elemento problemático, que aumenta la delincuencia (no obstante cifras que desdicen tal afirmación) y causal directa de la disminución de plazas de trabajo para los nacionales conlleva un sesgo xenófobo que, como hemos observado en diferentes países del globo, una vez instalado echa profundas raíces, exacerba los miedos más ocultos y genera sociedades polarizadas, segmentadas y más violentas. Lo cierto es que, para un país que envejece, la inmigración joven representa un aporte en fuerza de trabajo y productividad. El desafío es que ésta sea normada, ordenada y, de acuerdo a los últimos datos conocidos, con claros incentivos para su instalación en regiones.

 

Clave 3: Tras la promesa económica incumplida, el Ejecutivo no encuentra la fórmula para recuperar la confianza ciudadana. Y sin duda, el camino no es otro que afrontar la realidad y sincerar el panorama: la producción industrial va a la baja (cayó en 2,9%) y, aun cuando se espera que la economía para el segundo semestre del 2019 presente un repunte, éste no alcanzará para impulsar el crecimiento de 3,2% al que apunta Hacienda. Los factores son múltiples y muchos de ellos no dependen de un Gobierno (como el precio del cobre o la guerra económica entre China y EEUU). No obstante, no es un escenario irremontable. Representa, por cierto, un desafío mayor que demanda gran comprensión, creatividad, iniciativa y un liderazgo claro y potente para convocar transversalmente a todos los componentes de la sociedad chilena a generar las condiciones para avanzar, aunque no sea al vertiginoso ritmo prometido inicialmente.

 

Clave 4: Promover un escenario propicio para alcanzar acuerdos es responsabilidad principal del Ejecutivo. Y la esencia de una negociación exitosa es que ambas partes sientan que ganaron y que algo perdieron. En Reformas urgentes como las Pensiones, por ejemplo, no caben posiciones intransigentes. En palabras del ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, hace pocos días, respecto de esta reforma: “Es moralmente obligatorio llegar a un acuerdo, sería un error político garrafal para la sustentabilidad de la buena política no llegar a un acuerdo”. Sus dichos son un llamado abierto, aun cuando la conducción de la discusión y la construcción de un clima adecuado para el diálogo estarán siempre en manos de quien gobierna. No contribuyen a ello ni una vocería de gobierno permanentemente confrontacional, ni arengas como la de la Ministra de Educación a la UDI cuando señaló: “No van a lograr quebrarnos cuando defendemos nuestras ideas”.

 

Clave 5: En lo que se refiere a la oposición, aun cuando se producen los primeros acercamientos para alianzas electorales, no se visualiza una articulación con definiciones estratégicas más globales. Sin embargo, el dato interesante de la coyuntura, lo instaló el PC con el despliegue de una incipiente discusión sobre la violación del DDHH en Venezuela. El asomo de matices sobre el tema, incorporó las disculpas públicas del Alcalde de Recoleta con sus dichos sobre Bachelet y el comienzo de una dinámica que puede abrir una ventana renovadora en ese partido.

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