top of page
¿HORA DE LOS ACUERDOS?
29 octubre, 2018

Pese a la inoportuna referencia del Presidente a la minifalda, esta fue una buena quincena para el Gobierno. Así, a lo menos, se manifiesta en el acuerdo aprobado en el Senado, tras una azarosa tramitación, del proyecto de ley con que el Ejecutivo está determinado a enfrentar la violencia en establecimientos educacionales. La iniciativa legislativa conocida como Aula Segura, derivó en un texto consensuado entre oficialismo y oposición que quedó plasmado en una nueva versión denominada Convivencia Escolar, la que repuso en su letra el contenido del Gobierno sobre las agresiones con “armas de fuego o materiales de tipo explosivo o incendiario” y fue ampliado a las que “causen un daño severo a la integridad física o psíquica, agresiones de carácter sexual”, entre otras modificaciones. 

Por otro lado, el Presidente lanzó el programa “Compromiso País”. El proyecto hizo su debut con la presentación del nuevo Mapa de la Vulnerabilidad hace algunas semanas e incorpora a sectores de la población que, por primera vez, son considerados gracias a una metodología que amplía el concepto de pobreza a secas, a otra de multidimensional.


Entretanto, la economía continúa mostrando señales complejas para los “tiempos mejores” comprometidos por el Gobierno. Si bien el desempleo se mantuvo estable en un 7,1% en Santiago, el fuerte aumento en la desocupación de las mujeres (que aumentó de 7,4% a 8,1%) resulta una señal preocupante, que quiebra por primera vez en años la tendencia de incorporación femenina a la fuerza laboral. Además, el alza de los combustibles, que golpeó por ocho semanas directamente al bolsillo de la gran clase media trabajadora, vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de este ciudadano emergente que, temeroso por su gran fragilidad económica, se convierte en el apoyo más volátil para cualquier Administración.

 

Clave1: “COMPROMISO PAÍS”, MÁS QUE UN PROYECTO:

La iniciativa que encabeza el Ministro de Desarrollo Social y la Familia, Alfredo Moreno, sumará a ministerios, académicos, empresarios y representantes de diversos organismos de la sociedad civil, y ahora también a la bancada de diputados del gremialismo que, constituidos en duplas para tal efecto, harán seguimiento a cada una de las tareas para resolver la situación de los 16 grupos definidos en el llamado Mapa de la Vulnerabilidad. No obstante algunas críticas minoritarias, lo cierto es que la idea ha ido crecientemente sumando adhesión, en la medida que se comprende la trascendencia que puede alcanzar esta forma de mirar y abordar el problema, y que promete además, establecer temas concretas y seguimiento de las mismas. Por cierto, la pobreza y la posibilidad de romper con el círculo en el que se ven atrapados quienes viven en tal condición ha sido preocupación de diversos Gobiernos en Chile. ¿Qué es, entonces, lo novedoso que trae “Compromiso País”?:

  • En primer lugar, aparece como novedad que derrotar la pobreza se constituya como una prioridad para un gobierno de derecha. Históricamente, este sector ha defendido su convencimiento de que el solo mayor crecimiento económico y desarrollo alcanzan para mejorar, en alguna medida, la vida de todos. Implícitamente, con esta iniciativa el Gobierno de Piñera reconoce que existe un sector de la población que no tiene posibilidades reales de romper con el círculo de la pobreza sin un apoyo decidido del Estado. Así, si logra mostrar resultados concretos, Compromiso País otorgaría una legitimidad que nunca antes había tenido la centro-derecha para abordar estos temas, por décadas en manos de la centro-izquierda.

  • La idea de una asociación público-privada dio exitosos resultados durante el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos para desarrollar un sistema de concesiones en Obras Públicas con el que se cambió la cara del país en infraestructura vial. Esta vez, a diferencia de lo hecho anteriormente, dicha asociación no representaría ganancias financieras para el sector privado participante. Lejos de invitarles a un negocio, la convocatoria implica necesariamente un compromiso desinteresado para asumir tareas concretas en pos de derrotar la pobreza.

  • Un empresariado cuyo prestigio ha sufrido duros embates en el último tiempo por los casos de corrupción y colusión, encuentra en esta idea una formula efectiva para comenzar a revertir dicha imagen y recuperar la confianza de consumidores y clientes.

  • Lo social fue un tema clave para el éxito de Sebastián Piñera en la segunda vuelta presidencial, al cual concurrieron entusiastamente todos los sectores de la centro-derecha. Parece, por tanto, acertado convertirlo en un factor que realinee a un oficialismo crítico de una agenda gubernamental de corte liberal, especialmente en los temas valóricos.

  • Como un impensado “Bonus track”, esta semana se conoció también que “Compromiso País” fue tema prioritario en el reciente 35 Aniversario de la UDI. Allí, el Presidente Piñera planteó este tema como un “proyecto que lleva en su alma y en sus genes”, la vocación de la UDI. Pues bien, la decisión de la bancada, de recoger el guante lanzado por el Presidente Piñera en su discurso y de sumar su activa participación en la iniciativa que encabeza el Ministro Alfredo Moreno confirmó la certeza del juicio presidencial. La adhesión manifestada por la bancada de diputados de la UDI es la expresión de que el gremialismo ha encontrado la posibilidad de recuperar su identidad de UDI-popular que tanto éxito electoral le redituó años atrás, penetrando en la base social de los territorios y distanciándose de la herencia de su apoyo al golpe y a la dictadura militar. Así, aun cuando el avance de las fuerzas de ultra-derecha en el mundo podría entusiasmar a la derecha más dura del partido, la reciente sólida acogida expresada a la iniciativa gubernamental aparece como una señal mucho más conectada con una sociedad chilena mayoritariamente moderada, despolitizada y crítica de ideas radicales.

  • Por último, este proyecto le da un sentido concreto a la incorporación del Ministerio de Seguridad Social y la Familia al Comité Político y, con ello, reafirma la convicción del Mandatario por transformar la cuestión social en un eje estratégico de su Administración, de cuyo éxito dependería, en buena medida, proyectar su gestión a un segundo gobierno del sector.

 

Clave2: DIFÍCIL ACUERDO:

La aprobación en el Senado del Proyecto Convivencia Escolar, tras un acuerdo que incorpora diversas indicaciones efectuadas por la oposición a la iniciativa original, Aula Segura, enviada al Parlamento por el Ejecutivo, abre una ventana al diálogo con el que, por cierto, todos ganan.

  • Primero, el resultado del proceso podría constituir una señal de una nueva capacidad de construir acuerdos del Gobierno en el Congreso, en temas de interés nacional. Sin duda, ello favorece a un Ejecutivo cuya minoría en el Parlamento dificulta la tramitación de cada una de sus iniciativas. Es, por tanto, también, quien debiera liderar la conducción de un diálogo permanente, cuidando los canales y entendiendo que la base del éxito de una negociación está en separar lo prioritario y no pretender ganarlo todo.

  • No obstante, la oposición también tiene aquí una oportunidad para revertir su imagen de desorden interno y sequía de ideas de futuro. La política de los acuerdos fue estrategia clave con la que la ex Concertación construyó los años más exitosos para Chile tras la recuperación de la democracia. Parece natural, entonces, que reivindique un sistema del que fue propulsor y protagonista principal.

  • Además, el nuevo referente opositor, Convergencia Progresista, está lejos de constituirse en una instancia real donde converger y se pierde en un debate que, por el contrario, se centra en quienes serán o no invitados. Así, el sector parece congelado en lamerse las heridas de la última derrota electoral, con una pobre participación pública limitada a la crítica. Entregar señales de una recuperación de su capacidad para dialogar y encontrar acuerdos con el Gobierno echaría por tierra las acusaciones de obstruccionismo y podría ser el comienzo de un giro bienvenido por una ciudadanía harta de disputas y descalificaciones mutuas, que solo han conseguido aumentar el ya grave descrédito de la clase política en su conjunto. En otras palabras, el comienzo de una oposición constructiva, que piensa en Chile más allá de los intereses propios.

bottom of page