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G20: PAUSA CON SIGNO DE INTERROGACIÓN
10 diciembre, 2018

En un contexto en el que el gobierno continuó cercado por los efectos de la muerte del joven Camilo Catrillanca y a horas de que el TC eliminara la restricción a la objeción de conciencia institucional por el aborto, empiezan a sentirse los contrasentidos del reciente encuentro del G20. Una cita en la que se pactó una tregua de 90 días en la guerra comercial entre EEUU y China y cuyo acuerdo quedó en entredicho a pocos días de haberse firmado el documento final. Medios y analistas, coinciden hoy que esa tregua comercial está en jaque tras el arresto en Canada de la heredera del fundador del gigante tecnológico chino Huawei, que desplazó a Apple en la venta de Smartphones en el mundo. Así, a solo días de que se diera una discusión donde ninguna de las partes mostró deseo por escalar el conflicto ni poner cargas nuevas a la ya tensa situación de la economía global, asistimos a una situación más compleja ante la posible extradición de Men Wan-Zhou, que escala a un nuevo nivel la difícil relación comercial entre Beijing y Washington.

A la luz de los hechos queda en evidencia que de nada sirvió que en la cumbre se alentara a las partes a prestar atención a los planteamientos de los socios y a la necesidad de garantizar cierta armonía. No obstante la tibieza del contenido que alcanzó el tradicional documento final, la instancia logró mostrar un positivo balance que hoy se comienza a desbaratar ante la supuesta violación de las sanciones impuestas por Washington contra Irán. Como se sabe, el Presidente Sebastián Piñera asistió al encuentro de Buenos Aires en calidad de invitado por el anfitrión, el Presidente Mauricio Macri. En su intervención, el Mandatario chileno manifestó la necesidad de poner punto final a las guerras comerciales para impulsar el crecimiento y un desarrollo inclusivo que hoy parece no estar en la mente de quienes tienden a imponer cada vez más los intereses nacionales por sobre los globales. En la ocasión, el Presidente Piñera, junto con convocar a “poner término a todas las guerras tarifarias o guerras comerciales, o tensiones del comercio, porque eso le hace mal a todos”, llamó a un comercio inclusivo, para incorporar más y mejor a las mujeres, a las micro, pequeñas y medianas empresas y a los pueblos originarios.

 

Socios permanentes
El organismo G20, cuya sigla significa “The Group of Twenty, fue creado en el año 1999, tras una serie de reuniones de diversos países con el objeto de dialogar y analizar los problemas y el curso de las economías emergentes a nivel global. El grupo del G20 se institucionalizó ese año como una instancia de socios permanentes, para una cooperación regular a nivel económico, financiero y político, y para asumir de manera conjunta desafíos globales. Ello, como una forma de integrar a países que, teniendo gran relevancia en el curso de la economía a nivel mundial, mostró una participación que fue considerada débil en el debate y los compromisos para abordar la crisis económica desatada a fines del año 1990.

La G20 está compuesta por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea. Se trata de un foro que comenzó reuniendo a los ministros de finanzas y presidentes de los Bancos Centrales de las naciones que, en conjunto, hoy representan el 85% del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y un 75% del comercio internacional. Tras la crisis financiera de 2008, se determinó como necesario que la instancia pudiera alcanzar consensos a un rango mayor y, desde entonces, las cumbres comenzaron a incluir a los Jefes de Gobierno y de Estado, ampliando también la agenda a discutir en cada Cumbre.

 

Lo que queda de la cita
En lo que probablemente puede sindicarse como uno de los momentos relevantes del grupo para incidir en políticas a nivel global, el 8 de julio del 2017 el G20 se reunió en Hamburgo, cerrando la cita con una declaración en la que afirmaban que el Acuerdo de París sobre el cambio climático era “irreversible”. En la ocasión, pactaron acciones concretas para acelerar la transición hacia un futuro resiliente y bajo en carbono, reconociendo que un planeta saludable beneficia la economía.

 

Sin embargo, en esta última reunión, en Buenos Aires, no todos los líderes de los países arribaron a un acuerdo en este fundamental aspecto para el futuro del planeta. El Presidente Trump accedió a firmar el documento con las conclusiones de la cita a condición de que se especificara que Estados Unidos “reitera la decisión de retirarse del Acuerdo de París”. Así, el líder norteamericano termina de convertir a su nación en un país aislado frente a un tema de interés y preocupación mundial. Pero, más allá del punto en específico, se trata de la primera vez en que no es posible concordar un documento final que represente el sentir y el compromiso de todos los integrantes del G20. “El sistema multilateral está en crisis”, fueron las palabras del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ante lo ocurrido.

 

Con todo, y aunque no con la amplitud que se esperaba, además de lo señalado respecto del cambio climático, es importante relevar algunos acuerdos que si fueron posibles en otras materias y que es de esperar que tengan mejor futuro que los temas estrictamente comerciales. Entre ellos:

 

– El G20 volvió a comprometerse con la reducción de la brecha de género en el mundo del trabajo en 25% para el 2015.
– Se señaló que las nuevas tecnologías transformarán al mundo del trabajo y se efectuó un llamado por un escenario laboral más inclusivo, justo y sostenible.
– El FMI fue considerado crucial para la seguridad de la economía mundial. Las conclusiones señalan la necesidad de proveerle fondos adecuados y culminar el proceso de reforma de cuotas. Estas últimas determinan el peso o derecho a voto de cada miembro del G20.
– Haciéndose cargo de una realidad que sufren la gran mayoría de los países del globo, el G20 se comprometió a prevenir y luchar contra la corrupción y a predicar con el ejemplo.
– Por cierto, el documento final está lejos de expresar la contundencia y compromisos de consenso de citas anteriores. Ello no deja de reflejar que el G20 ha ido perdiendo su influencia y capacidad de incidir.

 

Si bien las conclusiones de las cumbres siempre han expresado más bien una declaración de intenciones de los líderes socios, lo que se demuestra con el fracaso de la tregua entre Estados Unidos y China, es de esperar que a lo menos, los compromisos antes señalados se asuman y respeten por el bien de toda la humanidad.

 

Todo indica que en ciertos lugares y sectores, va primando un notorio individualismo y que la relevancia de las acciones de los países en el mundo, va dependiendo crecientemente del poder que cada quien detente y de lo que haga cada líder en particular. Todo esto, seguirá afectando negativamente el curso de la economía a nivel mundial e impactando en países como el nuestro.

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