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ESPECIAL: ELECCIONES Y PERSPECTIVAS
24 noviembre, 2017

Cual terremoto electoral, los resultados de la primera vuelta de los comicios presidenciales del domingo están teniendo múltiples réplicas, que van desde la mayor caída de la bolsa en los últimos seis años, la renuncia de Carolina Goic a la Presidencia de la DC, la pronta desaparición de 13 de los partidos inscritos por efecto de sus malos resultados, el crítico momento que viven las empresas de encuestas, el rotundo cambio en la composición de fuerzas del Parlamento, hasta el estupor que reina en Chile Vamos ante un resultado que está lejos de lo que esperaba ese sector.

La irrupción del Frente Amplio se transformó en el principal dato del resultado electoral. Este conglomerado se transforma a partir de marzo en uno de los componentes determinantes a la hora de legislar, por la fuerte presencia que logró en la Cámara de Diputados.

Abundan las interpretaciones y las lecturas sobre lo que ocurrió y en relación al cuadro que se configura para el futuro de la política chilena. Los resultados no son categóricos para ningún sector e instalan una interrogante en torno a la segunda vuelta, que pone una gran cuota de tensión y que se anuncia competitiva.

Estas cuatro semanas que ya se han iniciado con sorpresas, estarán llenas de intentos por lograr protagonismos, instalar lecturas, convocar a nuevos votantes y, por sobretodo, cargadas de acciones tendientes a cautivar a aquellos grupos de electores que definen a última hora sus preferencias. Es el momento en que las elites debieran entender que las lógicas matemáticas no son plenamente aplicables a un electorado que decide en torno a valores que, la mayoría de las veces, están lejos de los razonamientos políticos o ideológicos, lo que suele ser difícil de decodificar desde la política.

Frente a este cuadro tan lleno de pasiones y cálculos apresurados, bien vale hacer un esfuerzo por revisar los resultados electorales recientes, buscando un diagnóstico que permita proyectar algunos de los elementos que estarán presentes en los electores el domingo 17 de diciembre cuando, luego de transcurrida la Teletón y con la Navidad ad portas, acudan nuevamente a las urnas.

VOTOS Y ELECTORES

Desde el punto de vista de los electores, los datos de los últimos años demuestran muy pocas diferencias en el universo de votantes entre el 2009 y el 2017. Mientras en el 2009, con un padrón electoral de poco más de 8 millones y voto obligatorio, acudieron a las urnas en la primera vuelta electoral algo más de 7 millones de votantes, en las elecciones del reciente domingo 19 noviembre, con un padrón de más de 14 millones de electores y voto voluntario, acudieron a votar 6.699.627. Es decir, prácticamente la misma cifra de las elecciones del 2013, que en su primera vuelta tuvo como total de votantes 6.699.011. En conclusión, en números gruesos, la ciudadanía que acude a las urnas no ha cambiado sustantivamente, ni con el nuevo padrón electoral ni con el voto voluntario.

En lo que se refiere a la segunda vuelta electoral, en el 2009 se reprodujo prácticamente la misma cantidad de votantes, ya que la disminución de un 0.8% no resulta estadísticamente significativa. Esto no ocurre así en el 2013, ya que en la segunda vuelta la cantidad de votantes se redujo significativamente en 1.021.487 votos. Esa fue la primera vez que el balotaje se realizó en diciembre y no en enero. Cuánto puede haber influido la proximidad de la Navidad? Y si es así, cuánto podría influir ahora este mismo hecho, más la realización de la Teletón, que tendrá lugar en los primeros días de diciembre?. Es una incógnita que quedará abierta hasta el 17 de diciembre.

Preferencias electorales: Resulta a lo menos curioso comprobar en una comparación de la coyuntura electoral del 2009 con la del 2017, que los resultados finales de primera vuelta no resultan básicamente diferentes:

- En el 2009, Piñera obtuvo un 44,6% de los votos y ahora, sumados sus votos más los de Kast da un total de 44,57%.

- Por su parte, Frei Ruiz-Tagle obtuvo el 2009 un 29,6% y en esta ocasión, Guillier, sumados sus votos a los de Goic arrojan un 28,58.

- Además, el 2009 Marco Enríquez Ominami obtuvo un 20,14% de los votos. Y en esta primera vuelta Beatriz Sánchez logró un 20,27%.

- Por ultimo, el 2009 Jorge Arrate alcanzó un 6,21%. Y el domingo 19, Enríquez Ominami, un 5,71%, a lo que si sumamos el 0,51% de Artés y el 0,36% de Navarro, obtenemos un total de 6,58%.

 

Clave1: Lo que parece ser, desde el punto de vista de los números, tan similar, no lo es desde el punto de vista de la lógica electoral. En el caso de las elecciones se rompe el principio de que el “orden de los factores no altera el producto”, ya que el 2009, en términos matemáticos la centro-izquierda logró un 55,95% del electorado que acudió a esos comicios, lo que no se reflejó en la segunda vuelta electoral con el triunfo de Sebastián Piñera, pese a que el universo de votantes fue similar. Partir de la premisa de que la centro-izquierda tuvo en esta primera vuelta el 54,56% de los votos y que, en tal sentido, la segunda vuelta tendría un resultado prácticamente ya anunciado, como lo señalan algunos representantes de la Fuerza de Mayoría, es un profundo error a la luz de los datos ya mencionados.

Clave2: Si bien es cierto que los datos indican que las mayorías ciudadanas observan una opción por los cambios, ello no significa una claridad sobre la naturaleza de los mismos. Ese 20% que en el 2009 apoyo a MEO y que en el 2017 optó por Sánchez, claramente busca nuevas alternativas, es evidente que no quiere más de lo mismo, que quiere nuevos rostros y que anhela renovación de la política (en su propia comprensión de lo que eso significa). Buscar decodificar, con los códigos de la política, lo que expresa ese voto ciudadano constituye un error. Especialmente porque se pretende asociar contenidos específicos a un voto que la mayoría de las veces tiene explicaciones mucho más simples que los contenidos programáticos o propuestas de los conglomerados o liderazgos.

Clave3: En cualquier caso, ubicados los contendores en el punto de partida, los problemas simples de concentración de fuerzas se resolvieron rápidamente. José Antonio Kast dio su apoyo a Piñera la misma noche del 19 y ya este lunes, Guillier sumó los respaldos de Goic y MEO. Ahora comienza para ambos, la difícil tarea de configurar una mayoría para la segunda vuelta.

 

EL CAMBIO DEL MAPA POLITICO

De lo que no cabe duda es que esta elección, la primera presidencial y parlamentaria después del fin del sistema binominal, generó una nueva realidad en la política chilena y nuevas premisas de análisis frente a los resultados finales que provoca el sistema proporcional.

- A diferencia del pasado reciente, habrá tres bloques políticos representados en el Parlamento.

- En Chile Vamos la hegemonía cambió de mano desde la UDI hacia RN, que se transforma ahora en el principal partido de la coalición.

- Al interior de lo que era la Nueva Mayoría -que probablemente irrumpirá en esta segunda vuelta con un nuevo nombre que dé acogida al reingreso de la DC-, el Partido Socialista se transforma en la principal fuerza de ese conglomerado.

 

Clave4: En la centro-derecha emergen hoy sensibilidades diferentes, que en los próximos años competirán para producir cambios en su interior: la derecha dura de José Antonio Kast, la populista de Manuel José Ossandón, la liberal de Felipe Kast y la tradicional que representan RN y la UDI. Esta realidad incorporará nuevos factores de tensión y disputa en la conducta política de esta fuerza.

Clave5: El Frente Amplio, por su parte, se anuncia como la fuerza opositora que, desde la izquierda, jugará ese rol en el Parlamento, en la perspectiva de ir posicionándose en el escenario nacional como el componente competitivo para las próximas presidenciales.

Clave6: La llamada centro-izquierda que emerge de esta primera vuelta electoral tiene dos identidades plenamente identificables: por un lado, está la sensibilidad que proviene de la ex Concertación y que conforma lo que podríamos denominar una centro-izquierda moderada y, por el otro lado, las fuerzas que agrupa el Frente Amplio que, nítidamente, conforman un bloque distinto de una izquierda más radicalizada. Lo anterior se tenderá a percibir claramente en las propuestas a iniciativas gubernamentales y, por sobre todo, a la forma de analizar los cambios que requiere el país.

Clave7: Independientemente de quien gane el 17 de diciembre próximo, deberá tener como premisa básica para gobernar, la búsqueda de acuerdos que hagan viable cualquier proyecto de ley que se envíe al Parlamento. El hecho de que las dos fuerzas que compiten en segunda vuelta no tengan, ninguna de ellas, mayoría por si sola, obliga a quien gane a construir diálogos, puentes y consensos frente a cada iniciativa.

LECTURAS Y PROYECCIONES

La abstención electoral se mantuvo en similares rangos que la elección presidencial del 2013 por lo que el bajo nivel de participación continúa siendo un problema que atenta contra la legitimidad plena de la institucionalidad política.

Además, una mirada a los resultados electorales generales da cuenta de algunos aspectos que, sin duda, debieran estar siendo analizados tanto en los comandos como en los entes especializados:

- Beatriz Sánchez sacó más votos en términos generales que el Frente Amplio.

- La DC obtuvo mejores resultados que los de Goic.

- La votación de Guillier a nivel país, fue mejor que la general de Fuerza de Mayoría.

- Esta primera vuelta registró un avance de la centro-derecha en Atacama.

- Alejandro Guillier, en comparación con las elecciones del 2009, solo logró mejorar el rendimiento de Frei en las regiones de Tarapacá y Aysén, en tanto que las bajas significativas de Guillier frente a Frei ocurrieron entre O¨Higgins y Bio Bío.

- O’higgins y Bio Bio es la zona en que la centroderecha tuvo su mejor resultado (Piñera+Kast).

- Por su parte, Piñera, también en comparación con la elección del 2009, tuvo una fuerte caída de 15 puntos en Arica y Parinacota, de 18 puntos en Magallanes y de 17,2 en Aysén.

 

Clave8: Los próximos días serán claves para la configuración del apoyo que requiere la candidatura de la Fuerza de Mayoría para lograr construir una posible victoria electoral. A diferencia de la centro-derecha, donde en la medida que pasan las horas lo principal parece ser impedir el triunfo de Guillier dejando de lado cualquier complejidad programática o de contenidos, en la centro-izquierda el nivel de presión pública que está poniendo el Frente Amplio en torno a propuestas programáticas impone definiciones estratégicas cuyas respuestas pueden someter a dura prueba la conducción política y afectar las sensibilidades que forman parte de las fuerzas que hoy apoyan a Alejandro Guillier.

Clave9: En términos de territorialidad, probablemente los especialistas estarán tomando nota de datos como los mencionados, de definición de comunas claves y bolsones de votos a los que hay que acudir y capturar. En cualquier caso, todo indica que la Región Metropolitana, por su alto universo de votantes, tenderá a concentrar los máximos esfuerzos de los comandos de Piñera y Guillier.

Clave10: Es evidente que la segunda vuelta es otra elección, que obliga a que las cuatro semanas que la preceden se transformen en cuatro batallas decisivas para tratar de configurar mayorías. Lo anterior esta relacionado a las imágenes, al mensaje y al discurso que se logre instalar. Mientras mas ideológico y político sean los mecanismos de contacto con la ciudadanía menos serán los resultados positivos. Entre otras cosas, porque una de las razones de la abstención, es la lejanía que muestra la ciudadanía con la política y sus representantes. Los días que vienen pondrán a prueba la calidad, el talento y la visión estratégica de quienes ahora tienen el peso de trabajar por una victoria. Lo que está claro, a la luz de los números y los antecedentes, es que nadie tiene asegurado el triunfo y que, probablemente, esta será una de las contiendas más reñidas y competitivas de los últimos tiempos.

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