top of page
DESAFÍOS DE UNA NUEVA DINÁMICA
24 julio, 2018

Terminada la emergencia y atención mundial por el rescate de los doce niños y su entrenador en Tailandia, la atención mediática vuelve a situarse en la dinámica nacional y en particular, en la suerte de crispación e irritabilidad colectiva, tanto en el sector político como en la propia sociedad civil. Ejemplo de esto último, lo ocurrido con el proyecto de viviendas sociales que impulsa el Alcalde Joaquín Lavín en Las Condes. En el plano político, la negativa de algunos senadores socialistas a respaldar un acuerdo previo para apoyar a Ángela Vivanco para la Corte Suprema, y la posterior deserción del PPD y la DC de asistir a una reunión de coordinación, fueron expresiones de una oposición fragmentada, que no logra articularse para ejercer su rol.

 

El Frente Amplio, por su parte, tras complejas semanas de divisiones, intentó marcar un giro y una diferencia con la Nueva Mayoría, actuando como bloque para pedir la destitución del Fiscal Nacional. Paralelamente, el oficialismo ha comenzado a expresar públicamente sus diferencias internas, especialmente respecto de las iniciativas gubernamentales de orden valórico. También aparecen ripios en el plano de las proyecciones políticas en Chile Vamos, como con el revuelo y las protestas de la UDI por el viaje del Senador Ossandon a Copiapó, acompañando al Ministro de Vivienda, en consideración a que no es su circunscripción y se le considera un presidenciable. En el ámbito judicial, la noticia ha sido el proceso de cierre de algunos casos como Caval y SQM, donde, como era de esperarse, los dictámenes están resultando bastante por debajo de las expectativas generadas por la propia Fiscalía en la opinión pública.

Clave1: ¿PREPARADOS PARA LA INTEGRACIÓN?: Por estos días hemos sido testigos de manifestaciones en Las Condes y Peñalolén, donde el Gobierno ha decidido impulsar proyectos de viviendas sociales, en la idea de caminar hacia hacer de Santiago una ciudad integrada. La iniciativa, apoyada por el Ejecutivo, generó primero un cacerolazo de protesta de un sector de vecinos opositores a la idea, seguido de una creciente pugna entre la defensa de intereses personales de unos y la crítica a la segregación existente de otros, evidenciando el real estado de la sociedad chilena para incorporar la integración como factor para el desarrollo. Sin duda, la capital de nuestro país sufre de una importante segregación, que termina por definir los destinos de las personas y, en gran medida, sus oportunidades, según el lugar en donde nacieron.

- Cabe destacar que la iniciativa de viviendas sociales en Las Condes que empuja el Alcalde Lavín, es impulsada con apoyo de un Gobierno de centro-derecha, lo que rompe un paradigma sobre lo que significa para las personas de bajos recursos que el país sea dirigido por este sector.

- La decisión viene a golpear las puertas de una comuna de gente conservadora, de situación económica acomodada, que ha mirado la pobreza desde las cifras. Por tal razón, su disponibilidad para apoyar decisiones gubernamentales que produzcan mejoras en la vida de los más vulnerables está directamente relacionada a que sus intereses no se vean afectados. Históricamente, en Chile las personas de bajos recursos instalan precarias viviendas en la marginalidad de la ciudad que se han transformado con el tiempo en campamentos. Es así que comunas como La Legua y otras acaban estigmatizadas como focos de pobreza, habitadas por una población vulnerable al tráfico de droga, violencia y manteniendo la segregación física de estas familias, lo que reproduce las diferencias también en la calidad de la educación, de la salud, del transporte y la seguridad ciudadana.

Clave2: GOBERNAR LA CRISPACIÓN: La definición de la política como “el arte de lo posible” parece ser, cada vez más, un deseo discursivo que un imperativo para la construcción de una mejor democracia. No solo las coaliciones de mayor data como Chile Vamos y la Nueva Mayoría manifiestan incapacidad para ponerse de acuerdo y alinear posturas. También sucede en el Frente Amplio que, con toda su novedad y juventud, en poco tiempo ha comenzado a expresar desavenencias internas y viejos vicios – por ellos mismo criticados – de luchas de poder.


La convocatoria del Presidente Piñera a la unidad y a participar en Mesas de trabajo para los grandes temas nacionales amenaza con quedarse en un mero impulso inicial, que se desvanece en la guerrilla de descalificaciones: el Gobierno critica a la Administración anterior e intenta torcer lo obrado por ésta, la oposición reacciona acusando al Ejecutivo de sequía legislativa; acto seguido, el Presidente envía a los congresistas “a trabajar”, la Presidenta de la Cámara Baja responde con carta de protesta a La Moneda, por la que parlamentarios oficialista impulsan una moción de censura contra la Mesa de la Institución. Parece un buen momento para preguntarse si alguien gana con este espectáculo y cuáles son las señales para la ciudadanía:

- El Partido Socialista ha definido un rol opositor duro, marcando clara distancia de sus ex socios. Se negó categóricamente a participar en las Mesas convocadas por el Gobierno, acusó al Ejecutivo de “sequía legislativa”, ahora se desmarca del acuerdo para la apoyar la designación de Ángela Vivanco a la Corte Suprema. Por cierto, en el desdibujado actuar de la oposición en su conjunto, la línea del PS aparece mucho más nítida y logra sacar al Gobierno de su aparente “control de las cosas” (ordenamos la casa), al punto que un Presidente Piñera mucho más maduro y experimentado que en su edición anterior, pierde la paciencia y envía un mensaje bastante impropio al Parlamento. No obstante, habrá que ver si en el largo plazo, la actitud de no colaboración del PS resulta apreciada por un electorado que, finalmente, aun espera de la clase política capacidad para subordinar sus intereses particulares a los del bien colectivo.

- El Frente Amplio ha ido perdiendo su “áurea de pureza” inicial, en gran medida por los transcendidos de pugnas internas, así como por la difusión de casos de diputados cuyos datos profesionales contenidos en la página web del Congreso contenían información falsa. Además, no obstante su elocuente representación parlamentaria, no ha logrado expresarse como una fuerza unitaria tras un proyecto común sino más bien como la suma de una diversidad con poca experiencia para incidir. Su errática acusación constitucional contra el Ministro de Salud y, ahora, un incierto destino para su acusación contra el Fiscal Nacional, terminan mostrándolo como un movimiento apenas emergente e inmaduro, bastante alejado de constituirse en opción de gobierno, como busca posicionarse.

- La centro-derecha tampoco está ajena a este estado de crispación política. Aun cuando declare oficialmente su apoyo al Gobierno, lo cierto es que parte importante de RN y la UDI no aprueban que el Presidente Piñera haya asumido su Administración incorporando iniciativas claramente liberales en lo valórico, que no estaban incluidas en el programa ni cuentan con consenso interno. Y es que un sector del oficialismo parece dispuesto a sacrificar el evidente apoyo que el Gobierno está logrando en las encuestas al mostrar una derecha renovada y conectada con el Chile actual, en pos de una defensa extemporánea de doctrinas y fundamentalismos religiosos, a estas alturas, bastante desprestigiados y a contrapelo de la evolución cultural que está viviendo el país.

- Sin duda, el Gobierno sabía que conducir el país no sería tarea fácil, especialmente por el estado de decepción y desconfianza instalado en la sociedad respecto de la política y las instituciones en general. La impaciencia de quienes sienten afectados sus derechos o intereses particulares se expresa rápidamente en movilizaciones y protestas, pues está instalado en la sociedad que esa sería la fórmula para ser escuchados.


- Se trata de una situación que deja muy poco margen para errores del propio Ejecutivo, lo cual también tensiona a un gabinete que no ha estado exento de ellos. Cuatro años son poco tiempo para ejecutar todo lo que un Gobierno quisiera, no obstante pueden convertirse en un tiempo eterno si la suma de equivocaciones termina con la paciencia de los electores y éstos comienzan a sancionar a la baja en las encuestas.

- Sin embargo, hasta aquí, el Gobierno ha sabido sortear las dificultades, ha leído acertadamente las señales y cuenta con la aprobación mayoritaria de la ciudadanía. La mayor complejidad se le presenta, no obstante, en el ámbito político. Con la oposición, por la propia dispersión de ésta, como por errores del Ejecutivo en su relación con los parlamentarios.

- Así las cosas, el Mandatario se encuentra frente a un desafío mayor: imponer su liderazgo y dar señales de conducción al país, cuando la clase política toda parece volcada hacia sí misma y desconectada de las personas.

bottom of page