Por  Alberto Luengo - consultor asociado de Comunicación Estratégica Imaginaccion

La Segunda / Columna de opinión

4 de septiembre 2025

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En la noche del 30 de junio, cuando compareció ante sus seguidores tras arrasar en las primarias oficialistas, Jeannette Jara afirmó que 'las diferencias no son un problema, son una oportunidad'. Dos meses después, las diferencias entre ella y los líderes de su propio partido amenazan convertirse en una crisis que puede arrasar con su candidatura.

La idea de convertir las crisis en oportunidades se ha convertido en una máxima en las campañas electorales de todo signo y en todos los países. Lo hicieron exitosamente, por ejemplo, Gabriel Boric, al romper con su pasado ultra, y Sebastián Piñera, cuando consiguió despegarse de sus conflictos de interés empresarial.

En el caso de Jara, la crisis es evidente, pero la oportunidad no lo es tanto. Las 'bombas molotov' de los líderes del PC contra las ideas o el estilo de Jeannette Jara han enredado su figura y han lastrado su despegue, aunque no la han hundido: hasta ahora su apoyo se mantiene firme en torno a los 30 puntos. Los dichos de Lautaro Carmona o de Daniel Jadue, entre otros, expresan la posición tradicional del PC, el alma clásica de los comunistas, acostumbrados a ser oposición y a descreer de la democracia burguesa. Pero Jara pertenece a otra estirpe de comunistas, una más pragmática, menos doctrinaria.

La oportunidad, si es que Jara está dispuesta a tomarla, no está en una hipotética renuncia a su partido, ni en huir de este conflicto, sino en enfatizar una y otra vez que ella es distinta y que representa una izquierda moderada, dialogante y realista. Y aprovechar esta disputa interna como una forma de visibilizar su diferencia, tal como ya lo ha hecho al distanciarse públicamente de Carmona y de Jadue. Podría esta ser una forma de mostrar liderazgo y firmeza, y sumar esos atributos a su simpatía y honestidad, trascendiendo las disputas partidistas y apelando a la masa no politizada de indecisos. La oportunidad para ella podría estar a la vuelta de la esquina: en una semana más se celebrará el primer debate televisado de los ocho candidatos presidenciales y, con seguridad, Jara deberá responder preguntas y cuestionamientos sobre este tema. La manera en que enfrente esta crisis definirá el rumbo de las próximas semanas de su campaña.