La campaña en una meseta electoral
Por Alberto Luengo - consultor asociado de Comunicación Estratégica Imaginaccion
La Segunda / Columna de opinión
2 de octubre 2025
Más allá de la atención casi obsesiva con que la prensa sigue las variaciones semanales de las preferencias, la campaña presidencial parece haber entrado en una fase que los especialistas denominan 'meseta electoral', un tiempo sin variaciones significativas de adhesión entre los competidores. Dado que casi todas las encuestas periódicas son de tipo no probabilísticas, lo cual impide estimar sus márgenes de error reales, conviene observar el panorama general en lugar de destacar diferencias de dos o tres puntos.
Mirado así, desde finales de agosto las encuestas muestran un panorama estable, con tres grupos nítidamente separados. En el primero, Jeannette Jara y José Antonio Kast se disputan la punta, aunque Jara muestra más estabilidad y Kast ha sufrido retrocesos leves.
El segundo grupo lo encabeza Evelyn Matthei, seguida de Franco Parisi y Johannes Kaiser. El tercer grupo, mucho más rezagado, lo componen Harold Mayne-Nichols, que subió mucho tras el debate de Chilevisión, Marco EnríquezOminami y Eduardo Artés.
Una posible explicación a esta 'meseta electoral' es que los candidatos habrían alcanzado su techo de intención de voto. Sin embargo, faltando más de 50 días para la elección, esta resulta una hipótesis muy aventurada. Más probable, en cambio, es que se trate de una conjunción de factores, entre los cuales se pueden mencionar las Fiestas Patrias, la ausencia de debates y las giras regionales de los candidatos, que los alejan de la primera fila informativa.
Cualquiera sea la razón, los dos candidatos que puntean tienen pocas razones para agudizar sus diferencias, como se vio este martes en el foro País Digital. Quienes tienen el deber de generar agendas disruptivas son los del segundo grupo, y especialmente Matthei. Si bien sus partidarios argumentan que en dos meses ella ha acortado distancias con Kast, a este ritmo cansino no le alcanzará para superarlo y pasar a segunda vuelta. Capturar nuevos apoyos entre los indecisos, remecer la agenda con propuestas disruptivas o lograr alguna performance mediática descollante son algunas de las herramientas que deben utilizar. De lo contrario, la campaña languidecerá, las adhesiones se consolidarán y la batalla podría quedar decidida mucho antes de que se abran las urnas.