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BALOTAJE AL ROJO VIVO
7diciembre, 2017

Tras un breve receso solicitado por los organizadores de la Teletón, la campaña presidencial retoma su curso, y lo hace con los altos grados de tensión que detona una contienda que amenaza con ser dirimida voto a voto. El ex presidente Sebastián Piñera logró sumar rápidamente los apoyos de Kast y Ossandon, con lo cual pareció sortear el insatisfactorio 36,65% de los sufragios alcanzados en primera vuelta, alineando a toda la derecha tras su candidatura, de cara a la ciudadanía. Para el Senador Alejandro Guillier en tanto, la simple suma de los resultados de la izquierda y la centro-izquierda no logró traducirse en adhesión espontánea y ha debido ganar trabajosamente cada apoyo. Esta semana, no obstante, al menos la batalla comunicacional pareció invertir su dirección: las declaraciones de Piñera respecto de un posible fraude electoral en primera vuelta y su posterior relativización de sus dichos, dio como resultado una declaración pública de Beatriz Sánchez, adhiriendo finalmente a la candidatura de Alejandro Guillier. A lo anterior, el senador sumó el público apoyo de una figura histórica de la Democracia Cristiana. La ex Senadora Carmen Frei, entregó una señal importante en momentos en que ese partido se encuentra en una profunda crisis interna y dividido respecto del apoyo a la candidatura de Guillier.

En el Gobierno, entre tanto, se instala la premura por cumplir con una ambiciosa agenda legislativa, ya no solo con el objetivo de afianzar su legado, también como una forma de interpelar a la oposición, frente a nuevas promesas de campaña de su candidato.

 

Clave1: CÓMO SUMAR APOYOS: Ya se acaba el tiempo, sólo en siete días más –el próximo jueves- se acaba la campaña presidencial y comienzan las horas de espera para que el domingo 17 tenga lugar el momento de descorrer el velo de la duda en torno a quien será el próximo Presidente de la República. Aún cuando las elucubraciones sobre el porqué los resultados de la primera vuelta abundaron, de lo que no cabe duda es que esta elección, la primera presidencial y parlamentaria después del fin del sistema binominal, instaló una nueva realidad en la política chilena, nuevas premisas frente a los resultados finales que provoca el sistema proporcional y por sobretodo quedará registrada como la contienda de más bajo rendimiento de los principales bloques en una primera vuelta. Entre otras cosas, por el bajo porcentaje de votación que sacaron Piñera y Guillier, que generó inquietud y nerviosismo en ambos comandos y, por ende, readecuaciones, ajustes estratégicos y definiciones político-comunicacionales que pretenden generar los cambios que se requieren para obtener el triunfo el 17 de este mes. A raíz de lo anterior, nadie duda hoy de lo competitiva que se anuncia esta segunda vuelta.

Sin embargo la tensión de esta contienda electoral ha generado dinámicas desconocidas hasta hoy en la experiencia post dictadura. Ha ido ganando fuerza la tendencia a asumir compromisos en busca del esquivo voto de aquel sector que aún no decide su opción final. De lo que se trata es de convencer a nichos de votantes sobre los cuales el antiguo perfil de los especialistas parece haber sido superado y a los cuales se busca llegar claramente con altos niveles de improvisación en las promesas de campaña, por no saber con mayor claridad en que están o que esperan de los liderazgos.

Así las cosas, ¿En que están y que quieren los chilenos?¿Nueva Constitución, fin de las AFPs, gratuidad en la Educación Superior o en todos los niveles, terminar con el CAE, mejorar las pensiones u otras promesas?, son algunas de las dudas que circulan en los comandos y que, a la luz del carácter de las campañas, parecen no haber sido dilucidados ya que, según los resultados de la primera vuelta, son temas que no tiene una respuesta unívoca.

1. Hoy no parece estar claro el perfil del votante. El “todo vale” no sirve para un electorado muy distante y desconfiado de la política, que a todas luces busca nuevas formas de representación y castigar a quienes percibe como responsables de cualquier financiamiento irregular de la política y sus representantes. Por otro lado, el Frente Amplio y su formidable votación no está en condiciones de garantizar que esa masa de votantes se traslade mecanicamente hacia algunos de los sectores por estrictas cuestiones de contenido programático. Todo indica que una buena parte del votante del Frente Amplio optó por esta alternativa, no por consideraciones ideológicas o estrictamente políticas, sino que también por motivaciones mucho más simples como deseos de renovación o búsqueda de algo nuevo.

2. La inesperada votación, con más del 20% de los sufragios, alcanzada por Beatriz Sánchez, junto a un sólido resultado en las parlamentarias del conglomerado - que aumento de tres a veinte su representación en la Cámara Baja y sumó, además, un senador – transformó a este sector en el principal objetivo de captura electoral para el candidato vencedor de la centro-izquierda. En este contexto se han registrado varios “guiños” que han resultado del todo negativos para esta candidatura, como el encuentro con el Presidente de la Coordinadora “No + AFP”, que culminó sin ninguna señal positiva para Guillier. Así las cosas, la anunciada política de hablarle a la ciudadanía y no a las cúpulas parece haber sido derrotada por la ansiedad de la campaña electoral.

3. En este contexto, el Frente Amplio, terminado el período de reflexión y consultas a sus bases, emitió una críptica e interpretable declaración, donde la afirmación de que Piñera sería un “retroceso” no alcanzó para llamar claramente a impedir su triunfo adhiriendo al candidato de la Nueva Mayoría. La conducta política del FA entrega claras señales de que, independientemente de quien sea el ganador de esta segunda vuelta, el norte de esta nueva fuerza con representación parlamentaria está puesto en la legitima ambición de transformarse en una nueva alternativa presidencial para el próximo período. No obstante, no se debiera olvidar que, en política, los tiempos a veces suelen ser cortos y que las realidades suelen superar las planificaciones de largo plazo. En lo inmediato, a partir de marzo, la gran prueba del Frente Amplio será mantenerse como frente homogéneo en un movimiento de 14 fuerzas cuyos objetivos estratégicos parecen ser diferentes en lo que se refiere al tipo de sistema que se busca para Chile, así como a la forma de construir fuerza política y social cuando se es parte de la estructura del Estado.

4. Por su parte el control que mantuvo Sebastián Piñera en el desarrollo de la primera vuelta electoral pareció perder su tono, ya que en los últimos días se han registrado errores que marcaron la agenda noticiosa en térmiinos negativos para sus intereses. En esa línea, mal resultado tuvo esta semana para Piñera sus referencias a irregularidades electorales, ya que, motivada por este hecho, Beatriz Sanchez expresó su preferencia por Alejandro Guillier, generando un hito comunicacional favorable al senador, pese a la postura inversa de 5 partidos del FA que han señalado que, aunque respetan su derecho, no estarían de acuerdo con su postura.

5. Los escasos días que restan de campaña se anticipan como de máxima tensión en la búsqueda de cada esquivo votante que pueda decidir el balotaje. Cada jornada, cada debate, cada aparición pública será una batalla en si misma que, al parecer, ganará quien cometa menos errores.

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